Los tanques industriales desempeñan un papel crucial en el almacenamiento de diversos líquidos y sustancias, desde crudo, carga alimentaria, hasta aguas residuales. Para garantizar la integridad de estos tanques y proteger tanto su estructura como su contenido, se recurre a recubrimientos especializados, conocidos como «linings». Estos linings actúan como una barrera protectora que previene la corrosión y otros tipos de deterioro prematuro en el interior de los tanques y en el caso que proceda protegen el contenido del tanque para evitar una posible contaminación, lo cual puede tener un impacto negativo importante en ocasiones.

Es importante destacar que los tanques tienden a deteriorarse con mayor frecuencia en áreas críticas como los techos y el fondo, donde las condiciones ambientales y la naturaleza de los líquidos almacenados pueden acelerar el proceso corrosivo. Por ejemplo, los tanques de crudo están expuestos a sustancias altamente corrosivas, mientras que los tanques de aguas residuales pueden enfrentar la presencia de agentes químicos agresivos.

En este contexto, los recubrimientos juegan un papel fundamental al proporcionar una capa protectora que aísla el sustrato metálico del entorno corrosivo. Sin embargo, la efectividad de estos recubrimientos está estrechamente ligada a un riguroso control de calidad en todas las etapas del proceso de aplicación.

El control de calidad comienza con la evaluación de la condición inicial de la superficie del tanque, seguida de la pre-limpieza y limpieza abrasiva para eliminar cualquier contaminante visible o invisible, como sales que podrían comprometer la adherencia del recubrimiento. Es fundamental evitar la presencia de sales para prevenir la osmosis, un fenómeno que puede provocar la formación de ampollas y el desprendimiento prematuro del recubrimiento. En ocasiones es necesario eliminar la presencia de sales después de la limpieza abrasiva y volver a repetir el proceso para alcanzar el cumplimiento con las especificaciones.

Además, las condiciones ambientales durante la aplicación del recubrimiento son determinantes para su correcta adhesión y curado. La deshumidificación del ambiente es esencial para mantener las condiciones óptimas de acuerdo con las especificaciones del fabricante y garantizar un resultado final de calidad en un interior de tanque.

Durante la aplicación del recubrimiento, es vital controlar diversos parámetros, como la calidad de los envases y productos, la mezcla adecuada de los componentes, la técnica de aplicación correcta, el tiempo de vida útil del producto (pot life), el tiempo de secado y el espesor adecuado en el rango especificado. Un espesor insuficiente puede resultar en una protección inadecuada, mientras que un espesor excesivo puede llevar a problemas como la retención de disolventes.

Para asegurar la integridad del recubrimiento, es fundamental realizar pruebas de control de calidad, como la ASTM D5402 para evaluar la resistencia a solventes como un indicador del curado y la ASTM D5162 para detectar posibles discontinuidades o defectos en la capa aplicada. Estas pruebas garantizan que el recubrimiento cumpla con los estándares de calidad requeridos y brinde una protección efectiva a largo plazo.

El control de calidad y un plan de puntos de inspección adecuado a cada proyecto en el interior de tanques es un proceso crítico que garantiza la eficacia y durabilidad de los recubrimientos protectores, evitando fallos prematuros y asegurando la integridad de los tanques industriales en entornos corrosivos exigentes.