Los fallos de recubrimientos pueden ser naturales cuando el recubrimiento falla en el momento en que la expectativa de durabilidad se ha superado o se pueden clasificar como fallos prematuros cuando el recubrimiento falla en servicio sin alcanzar la durabilidad esperada por distintas causas y razones. Pudiendo ser el causante entre otros de:

· Acelerar el proceso de corrosión o degradación de una estructura.
· Aumentar el riesgo de fallo en la estructura o elemento.
· Menor protección del sistema de recubrimientos, perdida en la inversión por parte del propietario.
· Mayor coste de mantenimiento.
· Remplazo prematuro del sistema. Incremento de costes de no calidad.
· Retrasos en la planificación y entrega de proyectos.
· Perdida de confianza, imagen y credibilidad de cara al cliente.
· Perdida de contratos a causa de fallos prematuros.
· Extra costes y perdida de competitividad.
· Reclamaciones de miles de € y en ocasiones perdidas millonarias.

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